Como Gobiernos y medios de comunicación, o el mismo planeta nos ha hecho saber: el mundo está cambiando
Necesitamos encontrar la manera de ir incorporando progresivamente las energías renovables a nuestros hogares. Una buena forma de empezar a hacerlo es aprovechar la energía solar con los famosos paneles solares. Existen distintos tipos de paneles dependiendo del uso que se les quiera dar. A continuación, nombraremos los más conocidos.
En primer lugar, se encuentran los conocidos paneles solares fotovoltaicos, estos se encargan de transformar la energía procedente del sol en electricidad. A su vez, este tipo de paneles podemos clasificarlos según la composición de sus células; bajo este criterio encontramos, por ejemplo: los monocristalinos y los policristalinos compuestos por silicio, o los Thin film y orgánicos que no están compuestos por silicio, entre otros.
En segundo lugar, tenemos los paneles solares térmicos, que transforman la energía solar en calor. A este tipo de placas se le atribuyen múltiples funciones, entre ellas: la climatización de piscinas, la preparación del agua para uso sanitario, la creación de vapor, etc. Estas, al igual que las anteriores, también podemos clasificarlas en subgrupos dependiendo del calor que sean capaces de alcanzar: de baja temperatura (50º), de media temperatura (90º) y de alta temperatura (150º).
Por último, pero no menos importantes, están los paneles solares híbridos. Son los más aconsejables para un hogar ya que son capaces de transformar la energía solar en electricidad y calor a la vez. Además, una de sus principales ventajas es la reducción del espacio necesario para su instalación.
Como podemos comprobar hay muchas opciones para ir convirtiéndonos en personas cada vez más eficientes y responsables con el medio ambiente. Además de ahorrar en nuestra factura de la luz.