Estamos acostumbrados a ver placas solares en tejados o montadas sobre el suelo, sin embargo, ¿sabías que es posible instalar placas solares flotantes sobre el agua?
Pues sí, es totalmente plausible, de hecho, hay una tendencia cada vez mayor a utilizar embalses debido a que tiene ciertas ventajas como una mayor eficiencia. Como todo, también tiene alguna desventaja como, por ejemplo, un mantenimiento algo más enrevesado.
Los motivos que pueden llevar a los usuarios a instalar plantas fotovoltaicas flotantes pueden ser variados como: falta de espacio tanto en tejado o terreno o simplemente que se tiene una balsa y se quiere aprovechar.
Una de las ventajas comentadas anteriormente es la mayor eficiencia de estas instalaciones. Esta mejora de la eficiencia se consigue gracias al efecto regulador de la temperatura del agua pues, los módulos fotovoltaicos son menos eficientes si se alcanzan temperaturas altas. Otra ventaja es la disminución de la evaporación de las aguas del embalse y reducción en la formación de algas.
Puede surgir la duda de que una instalación sobre agua puede ser inestable, sin embargo, no es así gracias a que los módulos se montan sobre un conjunto de flotadores unidos que proporcionan una alta estabilidad. Aunque parezca que instalar placas fotovoltaicas sobre el agua sea complicado, está lejos de ser así ya que el proceso es bastante más sencillo de lo que aparenta.
Si bien es verdad que una instalación sobre el mar es bastante complicada debido al oleaje y a la salinidad, sin embargo, en embalses y lagos las aguas tienen menos movimiento y, al ser agua dulce, evitamos la erosión de la sal.