Los fabricantes de energías renovables siguen investigando para conseguir que las placas solares aumenten su rendimiento. Una de estas innovaciones (aunque no es tan nueva) son las placas solares bifaciales.
Las placas que generalmente se usan para producir energía solar sólo tienen células fotovoltaicas en la parte superior mientras que las bifaciales cuentan también con células en la parte inferior. En cuanto a la tecnología, es la misma que la de los módulos monofaciales, la única diferencia es que tienen células en ambas caras.
Quizás uno puede llegarse a preguntarse qué función pueden tener estas placas situadas en la parte inferior porque los módulos superiores estarán absorbiendo la energía solar mientras que los inferiores no podrán aprovecharla al encontrarse boca abajo.
En base al anterior párrafo podemos también deducir que estos paneles no producen el doble de energía que un panel monofacial. Sin embargo, volviendo al aumento de producción, este se produce esencialmente por la radiación reflejada. Esta radiación puede venir del reflejo de las superficies como los otros paneles, el suelo o la luz difusa.
Para optimizar el aprovechamiento de la radiación reflejada hay que tener en cuenta algunos factores como, por ejemplo, la forma de instalación, las sombras, los elementos del propio panel, la superficie sobre la que se instalen e incluso la altura.
El albedo
Un término con el que hay que familiarizarse es el albedo, que viene a ser la radiación reflejada por las superficies. El porcentaje de albedo se ve afectado por características de la superficie como el color o el brillo. Por ejemplo, los colores claros y las superficies planas ofrecen una radiación reflejada mucho más elevada que colores oscuros y superficies irregulares. El albedo también se aumenta con la altura, un panel recibe una radiación mayor si está situado a más altura debido a que la sombra del panel es más débil y permite una mayor reflexión de la superficie. Otra ventaja de situar los paneles a una mayor altura es que puede pasar más aire que ayude a regular la temperatura del panes y se evite el sobrecalentamiento y la disminución de rendimiento que conlleva.
La instalación. Clave para la producción
La forma y el lugar de instalación de las placas es muy importante en los módulos bifaciales. Su instalación en tejados con poco espacio es poco apropiada, sin embargo, son mucho más recomendables para instalaciones a pie de tierra o con mucho espacio disponible. Para aprovechar tanto la radiación directa como la indirecta, los paneles se instalan de forma muy diferente a los monofaciales pudiéndose ver paneles instalados de manera casi vertical u horizontal. La distancia también es importante porque a más distancia entre paneles, mayor superficie que emite radiación.
Un problema al que tienen que enfrentarse los paneles bifaciales son los propios elementos del panel. Por ejemplo, en un panel monofacial, se pueden instalar sus cableados y conexiones en la parte inferior del panel sin afectar a su rendimiento. Sin embargo, en los bifaciales estos elementos si no se ubican correctamente, taparán células y afectarán a su producción.
Como vemos el uso de paneles bifaciales puede aumentar considerablemente la producción de las instalaciones, sin embargo, hay que tener más factores en consideración para optimizar su rendimiento.